Sin dudas, desde la invención de los kinect la jugabilidad en las distintas consolas ha cambiado muchísimo. Uno disfruta mucho más ya que todo se torno un tanto más real. Tan real que en este caso veremos que la niña se pasa de emociones y termina agitando el kinect de una manera muy loca, y termina reventándoselo en la cara a su propio hermano que estaba jugando con ella...